miércoles, 24 de noviembre de 2010

Cry Baby



  Si usted es uno de esos espectadores a los que les repugnan los musicales en general, y en particular aquéllos cuyos nutrientes básicos son los clichés y los estereotipos, sepa que no está solo en este mundo, y esto le ayudará, seguramente, a no sentirse tan solo en él.
  Cry Baby es una divertida película musical donde la música sí tiene sentido, y no sólo está justificada, sino que es parte de la historia, cosa poco habitual en un género con una gran cantidad de productos comerciales que lo representan, y que se fija más en la superficie, que en el fondo. John Waters, director de otras joyitas del underground cinéfilo como Hairspray, o Pink Flamingos, golpea en la entrepierna de películas tan sobrevaloradas como Grease, y de otros musicales de adolescentes similares a éste, y en general de un cine con argumentos conservadores, y escasos, por otra parte, que pide a gritos un visionado crítico, no necesariamente ilustrado, pero sí al menos crítico.

Un barbilampiño Johnny Depp, en uno de sus primeros papeles, haciendo una demostración de interpretación, y ya van… y una magnífica banda sonora, en medio del universo kitsch creado por Waters, hacen coherente la presencia de Traci Lords, musa del porno, o Iggy Pop, musa del rock, en el reparto de esta peli marcada por el sello personal e incorruptible del director estadounidense del bigotito facha y las gafas oscuras.
¿Es Cry Baby la película más comercial de Waters? Pues no lo sé, pero como soy tan gallego como Rosalía, responderé con otra pregunta: ¿Y cuál es la más comercial de Tarkovski, Kurosawa, o Welles?
Pues eso.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

The Rutles: All You Need Is Cash

 
  Y no amor, como rezaba la canción de The Beatles, en esta comedia musical de marcado sello británico dirigida por Eric Idle y Gary Weis, más que nada porque aquí los protagonistas son la banda británica The Rutles, creada por el Monty Phyton Eric Idle, que llegaría a ser la protagonista de un largometraje para la gran pantalla.
   Al parecer la idea original era la de realizar un pequeño capítulo para el famosísimo show televisivo Saturday Night Live, a modo de parodia de The Beatles, pero el éxito que tuvo su pase por televisión fue tal que finalmente todo acabó en un largometraje divertidísimo, absolutamente recomendable, en el que no faltan los cameos de iconos de la música como Mick Jagger, George Harrison, o Paul Simon.
  El universo de la banda, su trayectoria musical, las relaciones personales de los componentes del grupo, y hasta sus cambios de look, tratados con un tono típicamente Phyton, donde también aparecen sujetos como Michael Palin, Bill Murray, o John Belushi, cerrando un plantel que asegura risas, y sonrisas, con una fuerte presencia musical, y que a finales de los setenta cimentaba la aparición de títulos igual de recomendales que The Rutles, como This Is Spinal Tab, del mítico Rob Reiner, o The Blues Brothers, de John Landis, ya en la mágica década de los ochenta. Y es que los Monty Phyton, juntos, o por separado, han realizado grandes monumentos a la sátira, siempre apoyados en sus habilidades compositivas y musicales.
  The Rutles, una película que disfrutarán los fans de los de Liverpool, y los demás, también.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Once


  Once es el título del maravilloso tema de la banda norteamericana Pearl Jam, incluído en su mítico álbum de debut, Ten, y además es el título de una poco o nada conocida película irlandesa que integra la música como elemento básico en la historia, con un pie metido en el musical y otro en el drama ligero de clara influencia televisiva. El álbum de Pearl Jam es imprescindible, no lo duden. La película en cuestión, recomendable.
  Desde un argumento extremadamente sencillo, una película puede abrirse a infinidad de temas, como ocurre con esta película dirigida por John Carney, donde el género musical palpita dentro de un caparazón de drama en el que la banda sonora refuerza las principales secuencias de la historia de Glen, un cantautor callejero irlandés, y Marketa, una preciosa joven checa. Una historia en la que la música es el nexo de unión entre los personajes protagonistas, y en la que quizás por esto se eche de menos el diálogo ante tanta canción junta. La historia de dos almas gemelas que se encuentran en la ciudad de Dublín, ilustrada, sobre todo, con canciones.
  Oscar a la mejor canción original con un tema titulado Falling Slowly, Once es una de esas películas que todos los años se cuelan en las candidaturas a los Oscar, y que de vez en cuando consiguen un premio, aunque éste sea al de mejor canción original. Una de esas películas que gustan más a Hollywood que a los cinéfilos, basada más en la forma que en el fondo. Una de esas películas indefinidas, y de centro. Porque el centro también existe en el cine, e incluso en el séptimo arte.



miércoles, 3 de noviembre de 2010

C.R.A.Z.Y.

  
  El sistema lo absorbe todo. Hasta una película canadiense, si se tercia. Y C.R.A.Z.Y. es una película canadiense con clara vocación por agradar a una mayoría de espectadores, y no sólo a los paladares más exigentes.
  Dicho esto, me gustaría añadir que de un tiempo a esta parte el tema de la homosexualidad se ha convertido en un verdadero reclamo comercial, también en el cine, por supuesto, aunque no el tema de la homosexualidad afrontado con rigor y profundidad, sino éste visto desde un prisma que lo rodea con cierta frivolidad, pero que en ningún momento lo tiene en primer plano.

  Las vivencias de una familia corriente de un barrio periférico de Québec en la década de los 60 y los 70, y el periplo personal de uno de los hijos, no es que sea a priori un gran argumento en cuanto a originalidad se refiere, pero claro, después cada director tiene una forma de tratar este argumento, y Jean-Marc Vallée trata este argumento con cierta tierna frescura, y con momentos no muy lejanos al humor, siempre bien recibidos por la mayoría, que me recuerdan a otras películas como aquella Reality Bites, de Ben Stiller, por continuar en este sendero dulzón, o, cambiando de tercio, Goodbye Lenin, for exampol.

  La notoria implicación actoral y una banda sonora de lujo, a modo de medley generacional, hacen que C.R.A.Z.Y. consiga ser una grata y agradable sorpresa para muchos. Banda sonora que por momentos es el 90% de la película, con temas de Patsy Cline, Pink Floyd, los Rolling Stones, Charles Aznavour o David Bowie, y ya sólo por esto, recomendable.