martes, 17 de noviembre de 2009

Drugstore Cowboy



La segunda película dirigida por Gus van Sant, Drugstore Cowboy es una película oscura y difícil de olvidar, básicamente porque el señor Van Sant, por entonces, no se andaba con tonterías.
Gus Van Sant ya era conocido a finales de los 80 en los circuitos independientes por haber obtenido con su primera obra Mala noche (1985) el premio de la crítica de Los Ángeles a la mejor película independiente. En Drugstore Cowboy, cuyo guión está basado en la novela autobiográfica de James Fogle, un presidiario condenado por sus múltiples robos a farmacias para hacerse con drogas, Gus van Sant consiguió ganarse a la crítica y al público, tanto de su país como del extranjero, recibiendo entre otros el premio de la crítica norteamericana de ese año al mejor film y mejor director.

Un grupo de cuatro chicos drogadictos, liderados por el joven Bob Hughes, se dedican a atracar farmacias y hospitales de diversos pueblos y ciudades del noroeste de Estados Unidos en busca de drogas y fármacos con los que colocarse nos sitúan en una América nada cálida, a decir verdad, ni confortable. La historia, un retrato de un sector de la juventud norteamericana que estaba asistiendo a la caída en picado del paraíso hippie, cuenta con la presencia a modo de deidad, con reflexión premonitoria incluída, de William Burroughs, icono beatnik, y muestra no sólo el mundo de la drogadicción sin moralinas, sino que además anticipa un futuro que todavía estamos a tiempo de cambiar relacionado con las adicciones y el control de masas. Una película nada inocente. Cine independiente?

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