martes, 26 de enero de 2010

Mi noche con Maud



Esta película, de uno de los grandes exponentes de la llamada Nouvelle Vague, Eric Rohmer, es el tercero de sus Seis Cuentos Morales, convertidos los seis en trabajos cinematográficos más o menos interesantes.
Mi noche con Maud es una película de diálogos, donde la acción dramática principal tiene lugar en Clermont-Ferrand durante varios días en las navidades de 1968. Una historia burguesa, con dos parejas de personajes principales, él y ella, claro, en una película con un discurso de inconfundible aroma literario. Una película de personajes que hablan, que conversan, que encarnan incluso posiciones opuestas, acerca de diferentes temas más o menos trascendentales. Una combinación natural de drama y romance que exhibe interesantes e inteligentes diálogos entre los personajes, con temas relacionados con el amor, la religión, el azar, y la libertad, en los que el espectador puede perderse con cierta facilidad.

Maud
, por supuesto, es el eje central de este relato. Eric Rohmer lo apunta ya en el título de la película. Maud, la catarsis, un personaje sexual y con matices de médium, que de algún modo exorciza y encauza a los otros personajes, consciente de su propio papel en esta historia. Una historia con una gran carga filosófica, donde la elegante y austera fotografía en blanco y negro aumenta la impresión de sobriedad e intimismo que irradia este modesto trabajo, que no sólo expone ciertas claves del pensamiento existencialista, tan de moda en la época, sino que además demuestra que, a menudo, menos es más .

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