martes, 2 de febrero de 2010

Freaks



Así que pasen cien años Freaks de Tod Browning seguirá siendo un hito, y es más, cuanto más tiempo pase, más experimental y didáctica será, más arriesgada y cercana será esta película, donde a partir de un circo de tullidos y seres diferentes, se cuenta una historia sensible e inteligente. Un auténtico alegato. La diferencia como algo interesante, y como algo en cierto modo extraño. Lo más impresionante es que estos seres repudiados socialmente se integren naturalmente en la estructura de un argumento de ficción.

Esta película no fue estrenada en España hasta el año 1970 cuando se proyectó en la semana de Cine Fantástico de Sitges. Lástima que haya llegado a nuestros días con cortes en el metraje, causados sin duda por la censura en forma de tijeras ante un film adelantado a su época en multitud de aspectos. Una película, digámoslo alto y claro, rara. En el año 1932 el espectador no estaba preparado para ver monstruos de carne y hueso, que además eran carne de cañón de exhibiciones variopintas y circos en los que se les exhibía como a una especie animal rara, o como una reliquia y éste es un valor antropológico de esta ficción documentada.
Una película que no pudo adaptarse al régimen dictatorial hollywodiense y que acabó por destrozar la carrera del director, después de su venerada versión de Drácula, de 1931, que seguramente es la obra por la que se le conoce. Freaks es una historia donde víctimas y verdugos traspasan una delgada línea. Una línea que el cine ha intentado reflejar más de una vez.

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