miércoles, 30 de junio de 2010

Vive como quieras


Entretener no es un asunto sencillo, aunque aparentemente lo pueda parecer, y Frank Capra, director de esta comedia típicamente norteamericana fue no sólo un maestro del género, sino también del ritmo narrativo, asunto determinante para mantener la atención del espectador.
Vive como quieras es una película que, como tantas otras comedias norteamericanas, es la historia de dos enamorados, papeles interpretados por James Stewart y Jean Arthur, ambientada en un entorno navideño. Una película donde se enfrentan dos modus vivendi, y en cierto modo, dos tipos de familia.

Si bien Capra es un director cuyo cine tiene un notable regusto dulzón, su capacidad para los diálogos y para el entretenimiento, es indudable, y esta película es un gran ejemplo en cuanto a diálogos se refiere. Un desenlace amable, muy al gusto de Capra, y dos Oscar en 1938, al mejor director y a la mejor película, completan este trabajo con más de 70 años a la espalda.

Es un hecho que esta comedia ligera ha influído mucho, muchísimo, no sólo en el mundo del cine, sino también en los formatos televisivos, porque no hay que olvidar que Capra es el responsable de Qué bello es vivir, y desde mi humilde opinión, éstas dos producciones son, junto a La Soga de Hitchcock, tres de las películas que más han influído en la televisión.
Personajes pintorescos, en el sentido literal del término, situaciones esperpénticas, pero no surreales, y diálogos ágiles y entretenidos, definen a Frank Capra como un director comercial, y como un maestro en la llamada industria del entretenimiento.

miércoles, 23 de junio de 2010

La ley del silencio

El miedo, por supuesto, es algo a lo que cada uno se enfrenta como puede.
Elia Kazan se enfrentó a él, condenando a otros, en 1952, delatando a sus antiguos amigos, y en aquellos momentos le dijo al productor teatral Kermit Bloomgarden: "Tengo que pensar en mis hijos", a lo que su amigo respondió: "Esto pasará y entonces serás un soplón también para tus propios hijos, piensa en eso". Elia Kazan, por desgracia, no le hizo caso, olvidando que aquéllos a los que delataba también tenían hijos.

Esta introducción resulta tener mucho que ver con la multioscarizada La ley del silencio, del año 1954, y si Kazan rodó esta película como justificación a su conducta delatora durante la llamada Caza de Brujas, que sí era una caza, y no de brujas, precisamente, esto no le otorga un pasaporte al cielo. Quizás sí al cielo de los directores, aunque no por ser un gran traidor, sino por ser un gran director de cine con películas como Un tranvía llamado deseo, a partir del texto de Tennesse Williams, y ésta On the Waterfront, conocida en español como La ley del silencio, donde el gran trabajo interpretativo del joven Marlon Brando y la debutante Eva Marie Saint, y la fotografía en sublime blanco y negro, a cargo de B. Kaufmann, junto a la música de L. Bernstein, son los principales valores de esta gran película, dotada de una enorme tensión dramática.
El perdón a través del amor en un guión clásico localizado en escenarios de nieblas evocadoras y misteriosas, maravillosamente fotografiadas. El escenario del silencio y del miedo.

miércoles, 16 de junio de 2010

Sin City




¿Es Sin City la mejor adaptación de un cómic a la gran pantalla que se haya hecho jamás?
En mi modesta opinión, si no es la mejor, -cosa que me importa poco-, es de las mejores, cosa mucho más relevante, creo yo, y en caso de serlo, lo es por una razón: su fidelidad al cómic. Y no sólo eso, sino que además es toda una obra de arte realizada a tres manos, dos habituales de la gran pantalla, Robert Rodríguez, y Quentin Tarantino, y una tercera de excepción, el maestro de la viñeta, Frank Miller.

Fondos que son dibujos, noches eternas, y colores contrastados sobre el blanco y negro fundamental que perfila esta historia, hecha a partir de tres historias, donde Bruce Willis, Benicio Del Toro, Jessica Alba, Clive Owen, Mickey Rourke, y Elijah Wood brillan con luz propia, materializando a los personajes creados por Miller.

Una ciudad del pecado donde todo son luces y sombras. Viñetas en movimiento. Texturas, y formas.
Un universo genuinamente noir y norteamericano, de venganza y redención, cine negro y vidas cruzadas, policías, políticos corruptos -o simplemente políticos-, prostitutas, y asesinos. Un universo igual de bello que de violento.
Seguramente existe gente que piensa que no es una película vanguardista, o que abusa de la voz en off narrativa, o que se excede con la violencia explícita, pero lo que sí es un hecho es que se trata de una película de ficción, de una película de palomitas, y de una película, y hay pocas, fiel al cómic, y notable como un ocho.
Viñetas como fotogramas, y fotogramas como viñetas.

miércoles, 9 de junio de 2010

Control



La historia de la banda Joy Division es atípica por varias razones, y su legado musical y estético es tan poderoso que todavía hoy, 30 años después del suicidio de su líder, Ian Curtis, temas como Transmission, Heart and soul, y Love will tear us apart siguen sonando en discotecas y pubs de medio mundo.
La epilepsia, el fracaso de su matrimonio y la depresión fueron, al parecer, un cóctel mortal para el joven líder de esta banda fundamental e influyente, oscura y transgresora como pocas.

El fotógrafo y director de este biopic en blanco y negro titulado Control, Anton Corbijn, vivió aquellos años en Manchester y fotografíó a Curtis junto al resto de la banda en varias ocasiones. La sorprendentemente grata interpretación de Sam Riley del alma mater de Joy Division, arropada por el resto de la banda y por figuras tan carismáticas como la del productor Martin Hammet y la del periodista Tony Wilson, completan este universo manchesteriano vinculado al sello Factory y a la sala, con mayúsculas, de la época, la ya mítica The Hacienda.

Una película que surge del libro Touching from a distance, escrito por la viuda del cantante, Deborah Curtis, y que Anton Corbjin llevó a la gran pantalla con enorme sensibilidad, también fotográfica, por supuesto, trabajando con el blanco y negro, como ya es habitual en su obra, como el gran maestro que es.
Los ritmos marciales y epilépticos de la banda, y la característica voz de Curtis, son ya historia y eternidad. Sustancia, y placeres desconocidos. Corazón y alma.

miércoles, 2 de junio de 2010

Lilja 4 Ever


   La Rusia más oscura no hay que buscarla en los tiempos del comunismo, precisamente, sino en esta Rusia actual y desnortada, atrapada por el capital y por la miseria de drogas y prostitución, marginalidad, corrupción, y tristeza, que éste ha instalado en el día a día de los rusos en unos pocos años. Lukas Moodysson se nutre de esta postmodernidad de la que les hablo con elegancia y sin compasión. El director de aquel bombazo indie llamado Fucking Amal, logra con esta Lilja 4ever superarse a sí mismo realizando un auténtico peliculón en el que no hay concesiones ni efectos lacrimógenos para narrar el drama de la protagonista, que estratégicamente da título a la película de este director sueco, que cabalga por la sinuosa línea que separa documental y ficción, con el viento a favor. 
  Educativa y reflexiva, Lilja 4ever es una película que todos debiéramos ver, al menos una vez en la vida, una película europea que a partir de la historia de una niña obligada a prostituirse para sobrevivir en la Rusia postcomunista, disecciona no sólo esta Europa del Este actual, descarnada y brutal, sino también nuestra propia visión de ésta como europeos occidentales que somos, y del desastre que allí sigue destruyendo la construcción social tejida por años de comunismo. Lilja 4ever ofrece un disfrute cinematográfico de primer nivel, pero sobre todo un disfrute emocional del todo recomendable. Así, lo que en un principio podría parecer una intrascendente tv movie europea se convierte en un pasaje imprescindible del más reciente y vanguardista cine continental.