miércoles, 2 de junio de 2010

Lilja 4 Ever


   La Rusia más oscura no hay que buscarla en los tiempos del comunismo, precisamente, sino en esta Rusia actual y desnortada, atrapada por el capital y por la miseria de drogas y prostitución, marginalidad, corrupción, y tristeza, que éste ha instalado en el día a día de los rusos en unos pocos años. Lukas Moodysson se nutre de esta postmodernidad de la que les hablo con elegancia y sin compasión. El director de aquel bombazo indie llamado Fucking Amal, logra con esta Lilja 4ever superarse a sí mismo realizando un auténtico peliculón en el que no hay concesiones ni efectos lacrimógenos para narrar el drama de la protagonista, que estratégicamente da título a la película de este director sueco, que cabalga por la sinuosa línea que separa documental y ficción, con el viento a favor. 
  Educativa y reflexiva, Lilja 4ever es una película que todos debiéramos ver, al menos una vez en la vida, una película europea que a partir de la historia de una niña obligada a prostituirse para sobrevivir en la Rusia postcomunista, disecciona no sólo esta Europa del Este actual, descarnada y brutal, sino también nuestra propia visión de ésta como europeos occidentales que somos, y del desastre que allí sigue destruyendo la construcción social tejida por años de comunismo. Lilja 4ever ofrece un disfrute cinematográfico de primer nivel, pero sobre todo un disfrute emocional del todo recomendable. Así, lo que en un principio podría parecer una intrascendente tv movie europea se convierte en un pasaje imprescindible del más reciente y vanguardista cine continental.

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