miércoles, 23 de febrero de 2011

Tron

 
 
Una película acerca de un hacker que entra, literalmente, en un ordenador, realizada en 1982 y producida por Disney, es hoy por hoy uno de los grandes referentes de la ciencia ficción, y una auténtica y alucinante cascada creativa. Una película de diseño, con un tratamiento visual fuera de lo normal, un vestuario empático con la estética del trabajo y una historia sencilla, y algo simplona incluso, con la música extraterrestre  de Wendy Carlos, todo un personaje…

  Tron, por supuesto, fue mucho antes que Matrix, pero seguro que los Wachowski tomaron buena nota de la película dirigida por Steven Lisberger y protagonizada por Jeff Bridges. Una película que en su momento fue un rotundo fracaso comercial, y que llega hasta nuestros días con mejor salud que cuando se estrenó.

   Tron no es una película que se adentre en dilemas morales y en complejidades, pero claro, esto es cosa de la empresa que la produjo y de su característico estilo conservador a la manera del Reader´s Digest, capaz de reinterpretar la tradición sin complejo alguno, y de proyectarse hacia al futuro, haciendo un uso muy particular del concepto fantasía. Un trabajo que si pasa a la historia del cine es más por cuestiones formales que por otras de fondo igual de importantes, o más si cabe, que las anteriores. 
  Un universo juvenil, electrónico y luminoso, especialmente recomendado para aquéllos que crecieron en los años 80 y para los amantes de una clase de entretenimiento que aparta al espectador de cuestiones mayúsculas para sumergirlo en otras durante un espacio de tiempo.

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